JJ el benefactor
Todos estamos al tanto de la noticia “La refinería cede al Ayuntamiento 36.000 metros cuadrados para regularizar un suelo público”. (El Correo, 24.02.2011).
Parece que el presidente de Petronor añadió:”posiblemente no somos los vecinos más guapos del pueblo, pero sí queremos ser un vecino comprometido, como demuestra este acuerdo. Nuestra primera obligación como empresa es garantizar la seguridad de nuestros trabajadores, el respeto a la más absoluta legislación medioambiental, si podemos, ir más allá y, por supuesto, crear riqueza económica y empleo...¡Ay! Caramba, me estaba chupando el dedo y me lo he mordido. No se puede ser tan ingenuo…
Claro que la noticia también dice que: “todo pese a los juicios abiertos entre el Consistorio y la petroquímica por el cobro de 28 millones de euros en concepto de impuestos…” y parece que el alcalde también añadió: “con esta firma se pone fin a la situación irregular en la que se encontraban los solares desde los años 80,…Existía una cesión de palabra o de hecho, pero no una cesión legal y de derecho”.
Bueno, el mismo alcalde nos confirma que había una situación irregular y añadimos, también bastante sospechosa…Una empresa, que no se caracteriza por actuar como una hermanita de la caridad, ha cedido, sin exigir nada a cambio, 36.000 m2, durante casi 30 años…Como decimos cuando menos sospechoso.
Quizá la respuesta pueda estar en una noticia que nos proporcionó EA en su boletín Herria de septiembre de 2010. En la portada se decía: “¿Por qué se perdonaban antes 1,4 millones de euros en concepto de IAE a Petronor? En la página tres se añadía, volviendo sobre lo mismo, ¿Existían contrapartidas inconfesables?
Quizá también pueda ayudarnos a encontrar alguna respuesta lo que Marcos Cucó, concejal dimisionario, nos decía en una entrevista publicada recientemente en Gara: “Petronor ha vivido hasta ahora en un paraíso fiscal, pagaba los mismos impuestos en Muskiz que en Abanto, cuando el 80% de la actividad se realiza en Muskiz. Hasta se autoliquidaba, es decir, ellos mismos le decían al Ayuntamiento cuántos impuestos le correspondían. Ahora, han presentado la certificación final de la planta de cogeneración, es curioso ver cómo se invierten los números del proyecto, las partidas que computan bajan escandalosamente y las que no computan suben”.
Cruzando todas estas noticias, estamos empezando a pensar que esos 36.000 m2 nos han salido muy caros.
