miércoles, 19 de enero de 2011

PNV y Petronor, un matrimonio de conveniencias

PNV y Petronor, un matrimonio de conveniencias

Decir Petronor es sinónimo de prepotencia e impunidad. Dos características muy negativas que acompañan a esta empresa desde que en 1968 la dictadura franquista nos la impuso. La llegada de la democracia, sin embargo, no ha hecho sino consolidar y acrecentar estas actitudes, siempre contando con el consentimiento y el permiso del PNV que durante casi 30 años ha monopolizado y controlado las instituciones autonómicas, forales y la alcaldía de Muskiz.
Varios dirigentes de este partido han ocupado cargos relevantes en la administración y dirección de Petronor. El más reciente, el actual presidente de esta empresa que ha sido todo un personaje en el PNV y que fue el anterior presidente del EBB. Cuando fue nombrado presidente de Petronor, Xabier Arzallus dijo aquello de “un mal ejemplo para la juventud”.
Gracias a los “desvelos” a favor del pueblo de los tres alcaldes del PNV, estamos en la situación en que nos encontramos de sometimiento y subordinación total de la vida municipal y del urbanismo de Muskiz a las apetencias sin límite de Petronor. El último alcalde de estos tres, dejó la alcaldía para volver a su puesto en esta empresa.
No olvidamos el clientelismo que se ha practicado entre la junta municipal del PNV de Muskiz y Petronor, lo que ha hecho que el batzoki haya sido hasta el presente la mejor oficina de Lanbide, siempre en beneficio de afiliados, concejales y familiares de concejales. (Recientemente también compartida con la casa del pueblo).
Y por si cupiera alguna duda sobre lo que decimos, y como guinda de este pastel de oscuras connivencias con Petronor, tenemos la lamentable actuación del PNV durante el proceso de discusión de la ordenanza municipal de ruidos y vibraciones.
El PNV es muy libre de decidir la política municipal que crea más conveniente, pero nosotros la juzgaremos en base a:
·         Defender los intereses generales de Muskiz, frente a los intereses de los particulares.
·         Defender siempre al débil, frente a la agresión del prepotente.
·         Defender la legalidad, frente a la impunidad.